Decidido.
Estamos dispuestas a compartir la experiencia más cosmopolita de nuestras vidas: enfrentarnos a la neurosis del día a día neoyorquino durante nada menos que dos semanas.
La decisión me aterra tanto como me ilusiona; el sueño americano va a cobrar forma ante nuestros ojos sin que estos sean protegidos por proyector catódico alguno...
¿Seremos capaces de asimilar todo lo que nos ofrecerá La Ciudad?
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